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18 de marzo de 2004

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"Bajo el Libro del Evangelio"

Matrimonio: Siempre se considera santo

Ilustración del Libro del Evangelio abierto por encima de la cabeza del Obispo
Bajo el Libro
del Evangelio

+ Obispo Robert
C Morlino

Queridos amigos,

Mucho antes de que la Palabra se hiciera carne y habitara entre nosotros, Jesucristo, quién fundó nuestra Iglesia, y quién elevó el matrimonio a una dignidad y poder de una señal de nuestra salvación, un sacramento, desde el principio de la humanidad, el matrimonio ha sido una institución santa. No era bueno para el hombre estuviera solo y para que la especie humana continuara, el esposo y la esposa recibieron el llamado de aumentarse y multiplicarse, de llenar la tierra y dominarla.

La roca básica de construcción de toda sociedad

Mucho antes de la dispensación cristiana o católica con respecto al matrimonio, el matrimonio fue visto como una institución que incluían un esposo, una esposa para la eternidad con la apertura de recibir hijos y la responsabilidad adjunta de formar y educar esos hijos. A través de las fronteras nacionales y religiosas, por lo general este concepto del matrimonio se aceptaba como la roca básica de construcción de cada sociedad. El bien común de cada sociedad se enfoca en la formación y educación apropiada de los niños para que cada generación pueda expresar la verdad por la que ellos están mas interesados por la próxima generación que la de ellos mismos.

Mucho antes de la aparición de la Palabra hecha carne, los seres humanos, marido y mujer fueron llamados a la misma altura de excelencia humana con relación a un auto-sacrificio completo hacia el otro, buscando el bienestar del otro más que de uno propio. La intimidad del esposo y la esposa de hecho es el lugar donde el Creador ha reservado para El Mismo como el lugar sagrado donde El crea vida humana nueva al mundo.

El matrimonio es especial y santo

La belleza y la dignidad de la unión del matrimonio en referencia al llamado de lo mejor de nuestra humanidad para servir al bien común al proveer lo mejor para la formación y educación de los niños esta bien establecida y por mucho tiempo. Se puede decir de hecho que no solo hay dos propósitos en el matrimonio, intimidad y procreación, sino más bien que de acuerdo al plan de Dios, de acuerdo a la "ley natural", la intimidad del matrimonio mas que estar introvertida en si misma tiene el potencial increíble de ser promulgador de vida, ese espacio sagrado donde el Creador se une con el marido y la mujer para formar una nueva vida.

Y esta realidad humana siempre se ha considerado especial y santa. Por lo tanto el matrimonio es un llamado libre a sacrificar muchos derechos por el bien de la comunión del otro. No es un medio de auto protección legal. Es un recipiente de auto sacrificio y vulnerabilidad.

Cuando la palabra se hizo carne y habitó entre nosotros, esta unión de marido y mujer se constituye como una señal de nuestra salvación, un sacramento, el espejo del amor de Cristo de sacrificio por su Iglesia. Cristo, siempre como el novio, dio su vida por la Iglesia, su novia, para que desde la fuente sacramental bautismal muchos niños puedan llamar a Dios su Padre. En las palabras de San Pablo, este es un gran misterio.

La verdad acerca del matrimonio es la verdad acerca de la realidad humana la cual es un convenio santo, y para nosotros los católicos, una verdad acerca de un misterio salvador que es el sacramento. La verdad del matrimonio nunca se puede reducir a ediciones legales o contractuales que pudieran acompañar la institución del matrimonio pero nunca podrían considerarse su base.

El lenguaje de la familia es fundamental

Como el matrimonio desde el tiempo inmemorial ha sido considerado la unidad fundamental, el bloque básico de construcción fundamental para la sociedad humana también es el lenguaje de familia ha sido fundamental para cada uno de nosotros. Las primeras palabras que aprendemos como niños son "mamá" y "papá" o "hija" o "hijo" o "hermano" o "hermana" y sus equivalentes. El primer vocabulario al que fuimos introducidos cuando éramos niños es el vocabulario de hecho del matrimonio y familia, y ese vocabulario en realidad forma quienes somos.

Muchas corrientes en nuestra sociedad han sido obstáculo para el bien humano que es el matrimonio. Como ya lo he mencionado, la inclusión de niños ha sido amenazado no solo por la mentalidad contraceptiva sino además por el látigo del aborto. Sin juzgar las intenciones de nadie, esto es simplemente un hecho. El fenómeno de nuestra sociedad de la reproducción artificial y la fertilización in Vitro ha complicado mas esta dificultad. Debido a la fertilización in Vitro y sus posibles resultados, ahora se puede distinguir entre la madre biológica cuyo óvulo el bebe fue concebido, de la madre gestacional o la madre sustituta en cuyo vientre el bebe llega a su termino, y la tercera madre la que de hecho forma y educa al niño una vez que nazca. Así en algunos casos ya no es tan fácil con este panorama el decir las palabras "mamá","papá", "hija","hijo","hermano","hermana" y sus significados reales.

Las palabras mas fundamentes en nuestro vocabulario como personas humanas son confundidas y interrogadas como la unidad fundamental de nuestra sociedad esta sujeta a amenazar en todas las clases de variaciones y redefiniciones. Cuando las amarraduras de la familia como una unidad básica de la sociedad y el significado de algunos de los términos mas fundamentales que usamos como humanos como "mama" y "papa" se comprometen seriamente y son interrogados, me parece a mi que esto no podría servir al bien común.

Esfuerzos para redefinir el matrimonio

El fenómeno que se nos presenta en estos días, la unión de homosexuales, complica la dificultad del bien común en la que hemos estado reflexionando. Los argumentos a favor de tales arreglos se basan en la protección de igualdad bajo la Constitución del Estado, que es la misma protección de derechos a ciertos beneficios que ordinariamente acrecientan a los esposos y esposas en la situación tradicional de matrimonio.

Tengo que pensar que la inteligencia, la habilidad y el mero número de abogados en nuestra cultura americana podrían fácilmente descifrar formas de asegurar beneficios para aquellos que deberían de tener el derecho a ellos sin comprometer el matrimonio como la unidad fundamental de nuestra sociedad y sin comprometer el vocabulario mas básico que hemos aprendido desde niños.

El peligro que tenemos ahora es que el "matrimonio" del cual hable al principio de esta columna puede ser reducido a una dimensión legal contractual que se usa para justificar la promoción de matrimonios homosexuales. El convenio del matrimonio implica perder el derecho al divorcio- ese es centro de las promesas del matrimonio tradicional. Pero no solo el divorcio ha sido institucionalizado como uno de los derechos bajo el "derecho del matrimonio", sino también las parejas cuando se preparan para el matrimonio algunas veces también se preparan para el divorcio a través de los acuerdos prenupciales. La unión del matrimonio ya ha sido profundamente disminuida por elementos como ese y otros que ya he mencionado en el transcurso de esta columna.

Para que el matrimonio sea redefinido en las mentes de mucha gente, de acuerdo a la ley civil, como un medio de igual protección bajo la constitución puede significar que la dimensión del convenio del matrimonio que nos llama a todos nosotros a una mayor capacidad humana de amor sacrifica torio de uno mismo puede ser perdido. El matrimonio como un derecho protegido bajo la constitución redefinido como un individuo o grupo pueda o quiera redefinirlo, me parece a mi, servir el bien común como una realidad de matrimonio desde el tiempo inmemorial ha servido el mismo bien común.

Siguiente tema: los derechos y la ley natural

Para concluir, permítanme una vez mas en la verdad que Cristo dio se vida para salvar a cada persona humana incluyendo a cada persona humana homosexual y lesbiana y que la única respuesta apropiada a ellos es que el amor y el respeto que se debe a ellos por quien Cristo murió. Permítanme también decir, en referencia a mi columna la semana pasada del Heraldo Católico, que el derecho no es necesariamente lo que una persona o grupo de persona intenta o piensa que sea ese derecho. La ley natural, la ley del razonamiento escrita en nuestras mentes y en nuestros cuerpos nos dicen que hay una forma objetiva de la contabilidad por los derechos - son generados en una forma que puedan ser objetivamente justificados y no se producen simplemente porque un individuo o grupo de individuos lo piensa así. La polémica de cómo los derechos se generan objetivamente y sacan las consideraciones de la ley natural son el tema de mi próxima columna del Heraldo Católico. Por favor estén pendientes. Muchas gracias por leer este articulo.

Que Dios los bendiga a todos. Y recemos por todos nosotros que por medio de mas oración y penitencia y caridad, El Señor nos traiga a una mejor santidad que El quiere preparar en nosotros para que podamos celebrar la gran fiesta de la Pascua con alegría y en paz. Bendito sea Jesucristo.


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