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4 de septiembre de 2003

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"Bajo el Libro del Evangelio"

El sacramento del matrimonio,
el celibato y el sacerdocio

Ilustración del Libro del Evangelio abierto por encima de la cabeza del Obispo
Bajo el Libro
del Evangelio

+ Obispo Robert
C Morlino

Queridos amigos,

Por alguna razón el matrimonio parece ser un tema de preocupación en los últimos meses en Estados Unidos. Como la unidad fundamental de la sociedad, como el cumplimiento del plan de Dios para los hombres y mujeres a su Imagen y Semejanza, debería de ser nuestra preocupación siempre. Pero la forma que la preocupación ha sido dirigida hacia el matrimonio recientemente no es del todo provechoso.


"Nosotros estamos llamados a medir los estándares de este mundo con los estándares del Reino de Dios - y no lo contrario."

En mi primera columna yo hice varias tentativas para redefinir el matrimonio, una tarea para los cuales el ser humano no tiene la capacidad suficiente. Recientemente el matrimonio se ha visto como por lo menos una solución parcial del problema de nuestra Iglesia de la escacez de sacerdotes, ésto implica, el permitirles a los hombres casados que entren al sacerdocio como solución al problema de los números.

El sacramento del matrimonio es con certeza compatibe con el del sacerdote. En las Iglesias Católicas del oriente, los hombres casados son con frecuencia admitidos a las Santas Ordenes. La obligación del celibato en la Iglesia Católica Romana del occidente no fluye de la misma naturaleza a la del sacerdocio, pero sí al llamado de la iglesia del occidente a estar abiertos al maravilloso regalo del celibato para los que están llamados al sacerdocio. De hecho en las iglesias del oriente, los obispos son escogidos sólo entre aquellos que están llamados al celibato.

"Solución" tipica americana

Es típico de la cultura americana el dirigir el problema de la escacez de sacerdotes de la misma forma que uno puede dirigir, por ejemplo, la escacez de traductores árabes entre las unidades de la milicia americana estacionada en Iraq. Uno puede imponer estrategias de cómo mejorar la promoción de la carrera de cómo ser un traductor del idioma árabe en la milicia, y muchas técnicas para tal promoción salen a la luz.

Uno también puede tomar las mismas medidas con la escacez del sacerdocio - para resolver éste problema debemos mejorar las técnicas de comercialización. El celibato es visto como si se tubiera un impacto negativo en nuestra habilidad de comercializar el sacerdocio, y por lo tanto vale la pena seguir la dedicación de la iglesia del occidente de este precioso regalo para los sacerdotes para que crezca el número de los sacerdotes. Este es un pragnatismo americano típico por lo cual, desde mi punto de vista, no tiene lugar en lo absoluto en la esfera mística de nuestra fe católica lo cual prospera en un ambiente de la Eucaristía y de las Santas Ordenes como lo escribí la semana pasada.

Jesuscristo llama a los hombres al sacerdocio

Para la Iglesia Católica del occidente el llamado a las Santas Ordenes a sólo aquellos que ya están llamados al celibato es para que la iglesia se ponga completamente a la misericordia del que es llamado al sacerdocio y da la gracia del celibato, que es Jesuscristo mismo. El llamar a los hombres al sacerdocio quienes ya han sido llamados al celibato hace que el sacerdocio no se pueda comercializar en lo absoluto de ninguna forma, porque el celibato no se comercializa.

La escacez del sacerdocio puede ser tratado correctamente sólo por Jesucristo quién misteriosamente llama a través de la Iglesia. Es parte de la mentalidad americana de arreglarlo todo que al quitar la obligación del celibato haría el sacerdocio más comerciable, y es posible que desde ciertos puntos de vista sea cierto. Pero también es un paso hacia atrás de la confianza total en Jesucristo en ésta materia- Jesucristo es el que da la gracia del celibato.

A los americanos les gusta ser auto-suficientes y resolver sus propios problemas. Al responder con la escacez de sacerdotes quitando la obligación del celibato me parece a mí una expresión típica americana del deseo de ser auto-suficiente y cuándo se trata del llamado al sacerdocio, nosotros nunca podemos experimentar una auto-suficiencia. Nosotros estamos llamados a medir los estándares de este mundo con los estándares del Reino de Dios, y no lo contrario.

Hay muchos otros aspectos financieros y pastorales en relación con la apertura a que los sacerdotes se casen, sin mencionar la dificultad pastoral que se presentaría por el fenómeno potencial de sacerdotes divorciados, que en ésta ocación rehuso hacer comentario, porque todas esas consideraciones son secundarias.

El celibato expresa un compromiso total

De hecho el que uno sea llamado al sacerdocio reitera que quiere comprometerse por completo a Cristo. Para que un ser humano se comprometa completamente a Cristo es darse en alma y cuerpo a Cristo. El celibato es la expresión más radical cuando un joven pone su cuerpo donde su mente está, eso es, un compromiso total a Cristo, como El lo requiere. El llamado al celibato es un regalo de la integridad más radical en auto-donación a Jesucristo donde absolutamente nada se deja, y la libertad radical para servir lo cual el celibato autoriza es una de las primeras frutas del celibato.

Además hay muchas dificultades y momentos tristes en la vida de una persona humana, incluyendo la del sacerdote. La fe del sacerdote debe reflejar la fe de Nuestra Virgen María, quién completamente confió que la Palabra que Dios le dió sería cierto.

Para que un joven sacrifique el matrimonio y la familia por el sacerdocio, y aún antes de la ordenación al sacerdocio por la gracia del regalo maravilloso de Dios, es una muy poderosa garantía basada en el ser del joven que el Señor ayudará al sacerdote con su Gracia a través de todos sus años como sacerdote, sin importar las dificultades que se encuentre y sin importar cuáles tentaciones él está expuesto, para que su sacerdocio sea para simpre. Si una gracia tan poderosa como esa que al sacrificar el matrimonio y la familia por el motivo del Reino se dá a quienes lo reciben, que tan poderoso serían las gracias reales que siguen posteriormente en la vida del sacerdote y lo profundamente basados en la confianza del sacerdote en éstas gracias.

No es sorprendente que los medios de comunicación americanos apoyen a que quiten la obligación del celibato para ayudar a resolver la escacez de sacerdotes. Es la forma americana, al tratar de hacerlo lo más fácil que se pueda. Pero podemos llamarnos la atención y especialmente a nuestros sacerdotes que la visión del celibato como mística, como un regalo de Dios para su Iglesia para la salvación del Reino. No debemos de esperar mucho en éste aspecto de los medios de comunicación seculares. Debemos de esperar mucho de nosotros mismos porque mucho se nos ha dada en Cristo.

El matrimonio es un gran misterio

Regresemos al matrimonio por un momento: la verdad del matrimonio es aveces trivial al tratar de redefinirlo. Usando el matrimonio como una solución parcial a lo que parece ser un problema personal (la escacez de sacerdotes) puede servir al final para trivializarlo.

El matrimonio no es una forma de arreglar nada - es un gran misterio que se refiere a la unión de Cristo y Su Iglesia. El celibato es el sacrificio del matrimonio para el bien del Reino. Qué sacrificio tan increíble!. Qué gran manifestación de la Gracia de Cristo para apoyar éste sacrificio.

Bendito sea Jesucristo! Muchas gracias por leer este artículo y que Dios los bendiga a cada uno de ustedes.


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