Parejas celebrando sus Bodas de Oro

		El Obispo: Un mensaje de fe Obispo William H. Bullock

Ciento dos parejas, con sus familias, estuvieron reunidos en la capilla Memorial Obispo O'Donnel para una misa el domingo 7 de abril del 2002.

Ellos se reunieron para celebrar sus cincuenta años de matrimonio. Ellos mostraron una hermosa señal de fidelidad y amor unos con otros y a todos nosotros que estuvimos reunidos con ellos.

Guerra y crecimiento

Cuando mire al grupo de ellos, recordé un poco de sus historias de cambio en estas pasadas cinco década, como la Segunda Guerra Mundial, La guerra de Corea, Las guerras de Vietnam y del Golfo Pérsico, sin dejar de mencionar la de Afganistán con el terrorismo.

Ellos también vieron el desarrollo tecnológico y la ciencia medica en forma inaudita. Ellos vieron el Concilio Vaticano II y sus muchos cambios litúrgicos. También vieron una economía próspera y el quebrantamiento de ésta inmediatamente después del 11 de septiembre del 2001, cuya rivalidad se asemeja al deterioro del mercado de acciones de 1929.

Cambios en 50 años

El cambio no siempre es fácil, pero es inevitable en nuestro tiempo. Esto ocurre rápidamente y radicalmente. La adaptación al cambio, el pensar la manera de hacer las cosas, ceder a nuestras tradiciones de muchos años y establecer nuevas, todas éstas han sucedido en el tiempo de su vida matrimonial. Todavía hoy ellos son un hogar poderoso de oración. Ellos son una señal, un símbolo y una fuente de personas que tienen la habilidad de cambiar. Ellos son testimonios que usted no solo puede cambiar y subsistir, sino que también puede crecer. Ellos representan la fidelidad en el matrimonio, no solamente porque han permanecido juntos por 50 o más años sino por el crecimiento y la prosperidad de comenzar de nuevo en una sociedad contemporánea.

Estos hombres y mujeres están llenos de sabiduría y entendimiento, llenos de perspicacia en como vivir la vida, y como comprender que el matrimonio es más grande que estar casado. Ellos saben en lo más profundos de su ser que la vida y el regalo del matrimonio, fueron dados a ellos generosamente por Dios, es algo que debe ser preciado, nutrido y disfrutado.

Este evento anual del aniversario de oro es una de las grandes señales de vitalidad en nuestra diócesis. Nosotros necesitamos testimonios del amor de Dios en las parejas casadas que nos muestran el camino a Cristo.

El dar y tomar de la vida

Nuestras parejas de jubileos han tenido sus propias cicatrices de batallas y restos de angustias y misterio que rodean sus vidas tales como sus niños quienes podrían haber abandonado su fe Católica, la muerte de un niño, alguna tragedia o soportar el dolor del mal entendimiento de su vida familiar, pero lo básico para su vida es la apreciación de un corazón agradecido hacia Dios, Su Palabra y su Iglesia.

Una persona lo representó bien cuando él recordó el Evangelio de Jesús y como debemos seguirlo. Él dijo: "La eternidad es muy larga y la vida es muy corta para hacer algo que perjudique nuestra vida en el cielo"

Fue un día de gracia y hermosura. Deseo darle un gran tributo a todas las personas de jubileos. Rezo para que todos ustedes puedan aprender de los últimos y buenos hábitos de las buenas experiencia de sus vidas.

75 razones para estar agradecido

Los cumpleaños son pasos por la vida en el reino de Dios, especialmente ahora que cumplo 75 años esta semana. Rezo y confío que Dios guiará, cada paso en su momento, en mis años de vida.

Estoy agradecido por el don de la vida, del Bautismo, de mi sacerdocio y la oportunidad de servir a Dios en la Iglesia por estos 75 años de vida y 55 como sacerdote (22 como Obispo). Estoy muy agradecido con Dios por mi buena salud y con las personas de la Diócesis de Madison quienes son maravillosas, ayudando y contribuyendo a nuestro trabajo en la Diócesis. Juntos hemos logrados muchas cosas, y hemos realzado nuestra calidad de fe.

Mary Ulher ha hecho un articulo sobre mi cumpleaños y la carta de resignación en la pagina dos de este ejemplar del "The Catholic Herald". Estas cartas de resignación, por los Obispos, son enviadas cuando se cumple 75 años o cuando cada Obispo desee su resignación. Después que la carta es enviada al santo Padre, el Obispo espera por una respuesta de él. Este año hay 27 Obispos en los Estados Unidos que cumplen 75 años y yo soy uno de ellos.